Cómo cuidar el brezo: el arbusto

Cómo cuidar el brezo: el arbusto

La materia prima de nuestros rollos de bruc es el brezo, una planta muy resistente capaz de resistir antes duras condiciones climáticas. De hecho, se puede sembrar tanto en interiores como exteriores, aunque si se trata de las preferencias del propio arbusto, lo ideal sería hacerlo al aire libre en una zona con clima suave y humedad.

Por otra parte, es una especie idónea para terrenos irregulares, rocallas y otros, que para su plantación tan solo necesita una tierra ácida compuesta de turba y arena. Además de en jardines, también puede cultivarse en macetas, aunque el tamaño de estas deberá permitir desarrollarse bien al arbusto, además de facilitar el drenaje del agua. Lo más importante es ubicarlo en lugares soleados, eso sí, sin que se encuentre expuesto directamente al sol.

Cuánto regarlo

Aunque el brezo es una especie muy sufrida, lo ideal es mantener el sustrato húmedo mediante un riego continuado pero escaso. Lo recomendable es hacerlo con agua blanda –sin cal– no más de tres veces por semana para evitar micosis y otras enfermedades causadas por hongos. Colocar un platito con agua bajo la maceta (agujereada, por supuesto) es una buena solución.

Además de este cuidado básico –el riego- y para que crezca de un modo compacto, debe podarse al menos una vez al año, preferentemente tras la primavera, momento en el que podremos aprovechar para realizar esquejes con la finalidad de reproducirlo. Durante el inicio de esta estación y el final del verano resulta conveniente abonarlo, pues el brezo se encuentra en pleno crecimiento y requerirá más substancias de las que nutrirse