Cómo restaurar un mueble de mimbre

Cómo restaurar un mueble de mimbre

El mimbre es una fibra natural resistente que se obtiene a partir de un arbusto de la familia de los sauces y un  material que ofrece un gran elenco de posibilidades, pues no requiere demasiados cuidados y es fácil de trabajar. Así, se utiliza en los vallados de jardín, los muebles, manualidades, servilleteros, cestas para la ropa sucia y otros tantos objetos de nuestra vida cotidiana.

 

Puesto que la tradición de usar el mimbre en todos estos objetos viene de largo, es posible encontrar preciosas sillas, muebles, accesorios de todo tipo de antaño que no se encuentran en buen estado pero que, o son muy chulos –vintage-, o tienen un valor sentimental para nosotros. No te preocupes porque, por fortuna, restaurar el mimbre es relativamente sencillo. Te contamos cómo hacerlo.

 

Lo habitual es que las fibras se hayan astillado, partido o soltado. Aun así, lo primero que debes hacer es limpiarlo bien con un cepillo de púas y un poco de tierra abrasiva. Quita los restos con un paño empapado en agua y amoniaco y enjuaga el mueble.

 

Tendrás que aprovechar los primeros momentos en los que el mimbre está recién mojado para sustituir las fibras rotas por otras nuevas. Al humedecerlo, la fibra se vuelve más flexible y se trabaja mejor.

 

Si no quieres cambiar las hebras partidas también puedes restaurarlo con masilla o cola, pero el efecto no es el mismo. Ahora bien, si después lo pintas, puede quedar muy chulo. Convendría que, antes de hacerlo, eso sí, le des una mano de imprimición.