El corcho del entorno del brezo: usos

El corcho del entorno del brezo: usos

Como sabes, junto con nuestra materia prima preferida –el brezo- crecen los alcornoques, los árboles de los que se extrae el corcho y responsables de esta tradición en la zona que cuenta con hasta su propio museo. Así y como el bruc que usamos para los vallados, sombrillas y escobas, el corcho se puede usar en la construcción y también en la alimentación.

 

De hecho, se emplea en la elaboración de tableros y paneles de aglomerado, con fines decorativos, acústicos, para recubrir paredes que se deseen aislar y, sobre todo, en la fabricación de tapones de botellas de vino, aceite y otras bebidas espirituosas.

El papel de corcho y los tableros en los que colgar objetos con chinchetas, el vierre de algunos instrumentos de viento, la suela de algunos zapatos, e incluso algunos accesorios como paraguas, bolsos, llaveros y similares, también pueden contenerlo.

Y no es de extrañar, pues se trata de un material orgánico, renovable, que no lastima a la naturaleza, se puede reciclar, es natural y biodegradable. De hecho, comparte bastantes características con el brezo que usamos para nuestros cerramientos para terraza y jardín. Pero ya te hablaremos de esta cuestión en posteriores artículos.