Para qué se usa el brezo
Además de emplearse para elaborar seto de jardín natural y formar cerramientos para vallas, jardines, telas metálicas, en la fabricación de sombrillas y un largo etcétera que ya conconces, el brezo común tiene también otras utilidades. Aquí te presentamos algunas:
Otros usos del brezo
- En su entorno natural, este arbusto tan espeso constituye un cobijo ideal para animales de tamaño pequeño. También se trata de la vegetación preferida por muchas aves para construir con sus ramas nidos resistentes y compactos.
- Uno de los usos más tradicionales del bruc que todavía se conserva reside en las escobas artesanas. Sí, aquellas que recuerdan a las brujas de cuento y que no solo son muy útiles respecto a la finalidad con la que han sido fabricadas sino que también sirven para decorar.
- Con el néctar de sus flores también se elabora una miel cuya calidad es equiparable a la de romero. Su aspecto suele ser denso y rojizo, y su sabor menos dulce que el de otras mieles. Cristaliza rápidamente y destaca por sus propiedades diuréticas, desinfectantes y por su aporte de minerales.
El brezo, una planta saludable
Pero la mayor utilidad del brezo tiene lugar en el ámbito de la salud. Para sus distintas aplicaciones suelen usarse tanto flores como hojas.
- Posee propiedades antisépticas y es un astringente y diurético natural, ideal para evitar las infecciones urinarias (cistitis) así como la retención de líquidos.
- Se emplea en el tratamiento de problemas cardíacos como las arritmias, las cardiopatías, la angina de pecho, insuficiencias coronarias, y otras.
- Es rico en minerales, motivo por el cual está indicado contra la anemia, la inapetencia y la fatiga.
- Su consumo tiene un efecto sedante sobre el sistema nervioso central.
Una curiosidad más: las suyas son una de las 38 flores de Bach, usadas para tratar enfermedades psicosomáticas (de origen emocional y manifestación física).