Brezo: una flor de Bach para aprender a escuchar

El brezo es un arbusto cuya utilidad como material de vallados de jardín es innegable. Ahora bien y como sabes, también puede emplearse con fines terapéuticos y medicinales y, sus flores, forman parte de las 38 flores de Bach. Este remedio se utiliza para abordar el tratamiento de enfermedades psicosomáticas, es decir, aquellas cuyo origen o razones atañen a la mente pero que se manifiestan de una manera física, obviando cualquier fármaco o solución médica convencional y suponiendo una auténtica incógnita para los científicos.

 

Así, las flores del brezo se incluyen dentro del grupo de la soledad y están relacionadas con la comprensión, la empatía y el altruismo. Es por eso que se las considera muy recomendables para aquellas personas que tienden a obsesionarse consigo mismas sin tener en cuenta a las personas que les rodean, una actitud egocéntrica habitualmente motivada por la falta de confianza en uno mismo, por una infancia desatendida, un ansia de destacar y otros. Una actitud que, paradójicamente, les lleva a estar solos.

 

Según esta terapia floral, el brezo ayudaría a estas personas a empatizar y a aprender a escuchar a sus seres queridos, sumiéndolos en un estado de comprensión, afectividad, y ayudándoles a comprender las preocupaciones ajenas.