El entorno del mimbre: Arcos de la Sierra

El entorno del mimbre: Arcos de la Sierra

El mimbre es uno de nuestros materiales preferidos a la hora de elaborar cerramientos para terraza y jardín (además el brezo y la corteza de pino a doble cara, por supuesto). Se integra correctamente con el entorno, da buen resultado y no necesita demasiados cuidados; unas características que detenta gracias a una materia prima de calidad que se extrae de la Serranía de Cuenca. Sin embargo, el lugar, además de destacar por las conocidísimas rutas dedicadas a la fibra que nos atañe (el mimbre) y por su rica fauna y flora, cuenta con una serie de pueblos interesantísimos a nivel arquitectónico y cultural. Es el caso de Arcos de la Sierra.

 

Así, este municipio de la comunidad autónoma de Castilla-La Mancha cuenta con una población de poco más de 102 habitantes y casi 40 kilómetros cuadrados de extensión. Se encuentra relativamente cerca de la capital, de Cuenca, a 38 kilómetros de distancia, al lado de Castillejo Sierra, Ribatajada y Ribatajadilla y Fresneda de la Sierra.

 

Además de por el cultivo del mimbre, este núcleo urbano destaca por su iglesia parroquial en honor a la Asunción, de estilo tardo-románico y que data del siglo XII. Sus contrafuertes exteriores y la espadaña del campanario, así como su pila bautismal son algunos de sus símbolos más destacables.

 

En sus alrededores, asimismo se asientan la Ciudad Encantada, Los Callejones y Miradores de Las Majadas, el nacimiento del río Júcar, la Peña del Reloj, La Mogorrita y el Ventano del Castillo de Huélamo.