Y el mimbre, ¿se puede mojar?

Y el mimbre, ¿se puede mojar?

Aunque los cerramientos de mimbre que te proporcionamos en Brezonatural para cubrir los vallados de tu terraza y jardín resisten perfectamente (como el resto de nuestros rollos de brezo y corteza de pino a doble cara) a los cambios climáticos y a las inclemencias meteorológicas, lo cierto es que el mimbre que forma otro tipo de accesorios como los muebles es un poco más delicado. Así y para que conozcas a la perfección una de nuestras materias primas (o sea, la fibra que se extrae de una especie arbórea de la familia de los sauces del a Serranía de Cuenca) te contamos lo que podría pasar si las sillas, hamacas y otros muebles de mimbre de tu jardín se mojan.

 

Nos referimos sobre todo a los que están sin tratar (muebles no barnizados ni pintados), una cuestión que mantiene al mimbre más flexible pero que también lo convierte en una fuente de microbios, pues absorberá toda clase de humedades y será más propenso a desarrollar hongos entre sus cerdas y malos olores.

 

Los chaparrones breves, las salpicaduras de una manguera o la piscina, asimismo, pueden debilitar y reblandecer el apoyo estructural del mimbre, sobre todo si nunca acaban de secarse bien.

 

El agua también es capaz de causar estragos en la capa de pintura, los revestimientos o los tratamientos de protección del mueble. Los signos más evidentes son las decoloraciones, que la pintura salte, se pele, etcétera.